Crítica con emoción: Yo, él y Raquel
"Un poco de amistad, no ha matado a nadie" reza la película |
Estoy sorprendido, en shock, anonadado y cualquier otra palabra que se os ocurra, pero primero quería agradecer la buena acogida que tuvo mi entrada anterior sobre Regresión (2015). Gracias por pasaros ese ratito del día a leerme, al fin y al cabo es lo que se busca al escribir, que te lean, quien diga lo contrario miente. En segundo lugar y cómo soy un animal de costumbres -todos lo somos- voy a seguir abusando de vuestra buena voluntad para escribir otra crítica con emoción. He visto unas cuantas películas en los últimos días, que al fin y al cabo es lo que me gusta, pero de entre todas ellas quería escribir acerca de Yo, él y Raquel. Mientras el mundo enloquece con los Oscar, Leo DiCaprio y el éxito de Deadpool (y si, he visto Deadpool), yo hablo de esta película, soy así de original.
(Recomiendo dejar el trailer de fondo mientras lees esto)
Greg es un chico que quiere pasar desapercibido en el instituto, llevarse bien con todo el mundo, pero apenas tiene amigos, salvo Earl, su mejor amigo. Los padres de Greg se enteran de que la hija de su vecina, Raquel, padece cáncer y le piden que su hijo vaya a pasar un rato con la chica para intentar animarla. Lo que empieza siendo una obligación para Greg, acaba cambiándole la vida.
En esta película te engañan, juegan contigo, pero al contrario que en la película anterior de la que hablé, aquí me gusta como engañan, soy así de coherente. Los actores están todos muy bien; tanto los adultos como los jóvenes, que son los que llevan el peso del relato. Por aquí desfilan Connie Britton (de la excelente serie Friday Night Lights) o Jon Bernthal (el amigo cabrón de The Walking Dead), pero los auténticos protagonistas son Thomas Mann, Olivia Cooke, y en menor medida el actor afroamericano RJ Cyler, ellos están maravillosos, frescos y auténticos. Mención aparte para Molly Shannon como la madre de Raquel, brillante.
El reparto, más o menos completo, de la película |
No voy a hablar de la calidad técnica, la película tampoco hace alarde de nada salvo del buen gusto, hasta en la música seleccionada. Empieza y en los primeros minutos me sentí completamente identificado con la recreación de la vida en el instituto, y hace unos años que no voy, supongo que las cosas no cambian tanto. Empatizas con el personaje, es el típico chaval raruno que intenta caer bien o cuanto menos, pasar desapercibido para que no se rían de él, otra cosa que me llegó bastante. Y como no, desea que la chica guapa de la clase se fije en él, o le eche más cuenta (genial las representaciones "animales" cada vez que hay un encuentro), nuevamente, algo con lo que nos podemos sentir identificados todos los chavales en nuestra época de instituto.
Después de ese arranque, en el que de forma muy ingeniosa se nos presenta al protagonista en su entorno, a su família (el padre es impagable) y a su amigo Earl (otro personaje digno de ver), sucede lo que hace que la película avance: la madre de Greg le pide que vaya a ver a Raquel, la hija de la vecina y compañera suya de clase (o de curso, no queda muy claro), ya que resulta que padece leucemia. Como todo chico que quiere evitar situaciones incómodas, Greg se opone aunque finalmente acaba haciendo caso a su madre -si no, no habría película- y va a casa de Raquel a pasar un rato con ella.
Raquel es maravillosa, tiene una de esas caras que despierta empatía y que imaginas en todo momento lo que está pensando y por lo que está viviendo, sus reacciones son brutales.
Raquel, Greg y Earl |
La película es una comedia, más o menos, o empieza en ese tono, aunque yo diría que es más bien una película sobre la vida. También es una película sobre cine. No lo he dicho antes, pero tanto Greg como Earl, se dedican a rodar películas caseras en su tiempo libre -basadas en otros clásicos-, y deciden grabar una para Raquel con el objetivo de animarla durante los meses de tratamiento para frenar el cáncer. Mientras Greg y Raquel miran las películas en casa de ella, el director Alfonso Gomez-Rejon (no, no es español) nos regala algunas de las mejores secuencias de la película.
Simpatía es la mejor definición para la película, durante su mayor parte, pero hay un punto de inflexión, que obviamente no voy a contar, en el que todo cambia. Sigue siendo una película vitalista, a pesar de tratar el cáncer juvenil, y sigue siendo una historia adolescente, a pesar de tratar un tema tan serio y trascendental como las relaciones humanas. A partir de ese momento, Greg tiene que empezar a tomar decisiones por él mismo, y aquí por ejemplo hay escenas como maravillosa la conversación con el profe interpetado por Bernthal o la pelea con su amigo Earl, que son golpes de realidad.
De aquí hasta el final, os lo prometo, no pararéis de emocionaros. Es una de esas películas que habría que ver para entender a veces de qué va la vida, no estoy exagerando. La evolución de la relación entre Greg y Raquel es una de las amistades más bonitas que he visto en una película, y el clímax de la misma tiene más sentimientos a flor de piel que toda la serie de Anatomía de Grey, hacia tiempo que no veía un final tan bonito y redondo para una película. Estuve llorando los últimos 10 minutos. Vale, yo soy un poco sensible, pero si no lloráis viendo la película, no sois humanos.
Mostrar en pantalla en una película protagonizada por adolescentes de verdad, temas como el cáncer infantil. las relaciones humanas y el descubrirse a uno mismo, de una forma tan aparentemente simple como aquí, merece una mención. Suele ocurrir que cuando nos cuentan las cosas de forma simple, las entendemos mucho mejor. Aquí se entiende a la perfección que es eso de abrirse a alguien y asumir las consecuencias. Y seguir viviendo con lo aprendido.
Como la sección se llama críticas con emoción, debo definir la misma con una palabra, así que me lanzo: vitalista, es una película vitalista. No decepciona y probablemente las críticas que hayáis leído por ahí sean ciertas. Y si, recomendada a pesar de haber visto Spotlight (peliculón) y Deadpool. Alguna crítica más caerá en los próximos días. El título original de esta película es Me, Earl and the dying girl, no digo más.
XOXO SoldieRyan
PD: el domingo noche, los Oscar, tengo una pendiente sobre el tema
2 comentarios
Tras tu entusiasta reseña creo que necesito verla sí o sí, también me apetece mucho leer el libro, que ya sabes que normalmente dicen que el original literario es mejor que la adaptación.
ResponderEliminarSi lees el libro, ya me dejarás tu impresión, estaré encantado de leerla. La peli es una joyita, en serio.
EliminarSaludos!