Jason Bourne, o el nuevo cine
"Conoces su nombre" |
Todavía estoy perplejo tras descubrir esta página de Facebook: Celine scene, una curiosa iniciativa en la que añaden música de la gran Celine Dion a distintas escenas de películas y/o series, recomiendo echarle un vistazo. Tras arrancar con un tema que no tiene absolutamente nada que ver con el título del post (a esto le llamo hacerse un Los Simpson) me centro. Tengo el hype por las nubes, y explico porqué. Este viernes 29 de julio se estrena Jason Bourne, la quinta película de la saga y la cuarta protagonizada por Matt Damon. Debo admitir que soy fan de la trilogía inicial, y aprovechando un poco el tirón que tiene, me pareció interesante hacer un análisis sobre como ha cambiado el cine de acción desde que se estrenó la fundacional El caso Bourne, allá por el 2002. Hace ya unos años.
James Bond cambió en su momento los parámetros del cine de espías y de acción, aunque en su caso al ser una saga tan longeva ha acabado adaptándose a los cánones de cada época para con el cine de su género. No hay más que echar un ojo a las películas de la temporada de Pierce Brosnan y compararlas con las de Daniel Craig, poco que ver. Jason Bourne -con quien comparte iniciales- no se ha adaptado al género en cuestión, si no que desde su estilo personal, cambió el cine de acción de los 2000.
La saga está compuesta actualmente por cinco películas, contando la que se estrena este viernes:
- El caso Bourne (2002): dirigida por Doug Liman, contaba como Jason Bourne -interpretado por Matt Damon- era encontrado inconsciente en el mar y la agencia para la que trabajaba intentaba asesinarle, para que no saliera a la luz el fracaso de su última misión. Poco a poco va descubriendo que posee habilidades de supervivencia y lucha, así como de asesino, e irá superando todos los obstáculos que se le presenten. Por el camino tendrá tiempo hasta de enamorarse en París.
- El mito de Bourne (2004): la primera dirigida por Paul Greengrass. En esta aventura, Bourne es perseguido por su pasado y nuestro protagonista se propone encontrar la redención solucionando los cabos sueltos de la última misión en la que estuvo, mientras escapa de unos asesinos que pretenden eliminarle para que no destape un caso de corrupción en Rusia.
- El ultimátum de Bourne (2007): también dirigida por Greengrass, Jason Bourne decidirá definitivamente encontrar a la agencia que le entrenó para saber quién es en realidad y evitar que dejen de perseguirle de una vez por todas. Para ello viajará hasta el mismo corazón de todo: los Estados Unidos.
- El legado de Bourne (2012): intentando rescatar la franquicia tras el excelente cierre que le dieron, cambiaron el equipo y esta película pasó a estar protagonizada por Jeremy Renner y dirigida por Tony Gilroy. Aquí intentan explicar un poco más acerca del mundo de las agencias de espías que crearon a Jason Bourne, pero centrándose en otro personaje. No fue el éxito esperado.
Imágenes de la saga de películas de Jason Bourne |
La saga tiene un marcado estilo, con distintos elementos que se han ido repitiendo a lo largo de las películas que componen esta franquicia. Como toda buena película de espías tenemos destinos exóticos, sin embargo, el denominador común es que en este caso la trilogía inicial se desarrolla casi toda ella en Europa, Asia y África. Desde Francia, Alemania o Rusia, a España, Reino Unido, Grecia o Marruecos. Un tour por el viejo mundo. Salvo la objeción de la tercera y cuarta parte, donde una parte de la trama si que se desarrolla en Estados Unidos. Este componente un poco más europeo, menos yankie, es interesante ya que las películas se impregnan de un estilo de cine europeo, menos clásico. Cámara más nerviosa, planos más sucios e inestables. Incluso la música es contundente, tiene su sello personal. Con Doug Liman, que dirigió El caso Bourne, ya se notaba un poco el toque, pero fue gracias a Greengrass -es irlandés- dónde se ha notado más ese rescate del cine de espías de los 70, que le sienta de maravilla.
La acción que aparece puntualmente en la saga, se ha hecho famosa por ser distintiva. No es tanto de disparos y explosiones, que los hay, si no de golpes físicos y sangre. Las coreografiadas peleas son espectaculares y precisamente sorprenden más por la cercanía de las mismas que por su espectacularidad; están rodadas con un pulso endiablado y a una altura que parece que estemos metidos en mitad de la acción, que vivamos los golpes. Y el personaje recibe heridas y sangra. A pesar de ser una máquina de matar y de salir airoso de casi todas las situaciones, también se le muestra sufriendo por dolor y curándose, lo cuál logra humanizarlo. Además, cada película ya cuenta con la que es la escena mítica de la saga que aparece por norma en todas y cada una de las partes, se trata de una trepidante persecución en vehículos, que van desde coche a moto, pasando por un Mini, esto hará las delicias de los amantes de velocidad. A mi me dejan sin aliento.
Estos dos elementos tan marcados, sobretodo el estilo al rodar la acción y las secuencias mismas, han marcado a todo el cine de acción contemporáneo, de forma que hasta James Bond en la piel de Daniel Craig, se ha visto claramente inspirado por Jason Bourne. Acción física, más violencia y un poco más de "realismo" dentro del contexto de la realidad en el cine, claro. Guste o no, han marcado tendencia y en mi opinión ha sido para bien. Los tiempos son los que son, y lo que impresionaba hace 20 años, ahora ya nos parece manido y sobado, queremos algo nuevo. En una época en la que los atentados y el terrorismo están a la orden del día, así como el espionaje a escala mundial ha alcanzado otro nivel gracias a la tecnología, la saga de Bourne aportaba este interesante enfoque en la actualidad. Agencias gubernamentales operando casi fuera de la ley, y sin que la sociedad conozca su existencia, totalmente cinematográfico, pero en el fondo sabemos que posible.
El cine de acción se estaba encasillando. Las viejas glorias tipo Stallone o Van Damme ya apenas daban palo al agua, salvo excepciones que justamente jugaban con el factor nostalgia como la saga de Los mercenarios. Y los nuevos actores que irrumpían con fuerza tampoco acababan de despegar, salvo sagas puntuales como los furiosos de A todo gas, que reunió a Vin Diesel y Dwayne Johnson, dos de las nuevas estrellas de este género. La saga de Bourne supuso un punto de inflexión y un soplo de aire fresco que le vino de maravilla, tanto al género para revitalizarse como a la forma en la que se concebían este tipo de películas. Películas de personas "normales" con habilidades especiales para salir de situaciones peligrosas se han multiplicado desde entonces. El ejemplo más claro, el caso de Liam Neeson en la saga Taken, también otra exitosa saga.
Con estas películas en el cine yo disfruto, disfruto de la tensión, de la historia y de los momentazos que regala cada una de las partes de la saga. De hecho, pienso que fue in crescendo de la 1 a la 3, mejorando a cada película. Sin embargo, si que me decepcionó El legado de Bourne, porque robando el apellido del personaje principal para venderse -esto ya dice mucho de la obra- poco tenía que aportar del espíritu de la saga original, salvo vivir de rentas. Jeremy Renner es un buen actor, pero no es Matt Damon, y se notó. Todos queremos más de Jason Bourne, ahondar en personajes parecidos parece más una copia para sacar dinero que otra cosa
A la espera de lo que vuelva a traernos la dupla Matt Damon - Paul Greengrass en Jason Bourne este viernes, de momento tenemos una saga de películas más que decentes para disfrutar siempre que queramos. Analizar el éxito de la historia de Jason Bourne -basada por cierto, en una serie de novelas escritas por Robert Ludlum- es muy ambicioso, pero podría decirse que se debe a una serie de factores que coincidieron en el momento adecuado, tales como: cine de acción agotado y repetitivo, la irrupción de internet en todo el mundo o una sociedad más globalizada, todo esto provocó que una película que en teoría iba a ser pequeñita, o al menos no iba con intenciones de repercutir tanto, calara en el público esperando más de ese Jason Bourne interpretado por un perfecto Matt Damon. Tal vez el personaje por el que se recordará a Damon hasta el final de su carrera.
XOXO SoldieRyan
El cine de acción se estaba encasillando. Las viejas glorias tipo Stallone o Van Damme ya apenas daban palo al agua, salvo excepciones que justamente jugaban con el factor nostalgia como la saga de Los mercenarios. Y los nuevos actores que irrumpían con fuerza tampoco acababan de despegar, salvo sagas puntuales como los furiosos de A todo gas, que reunió a Vin Diesel y Dwayne Johnson, dos de las nuevas estrellas de este género. La saga de Bourne supuso un punto de inflexión y un soplo de aire fresco que le vino de maravilla, tanto al género para revitalizarse como a la forma en la que se concebían este tipo de películas. Películas de personas "normales" con habilidades especiales para salir de situaciones peligrosas se han multiplicado desde entonces. El ejemplo más claro, el caso de Liam Neeson en la saga Taken, también otra exitosa saga.
Con estas películas en el cine yo disfruto, disfruto de la tensión, de la historia y de los momentazos que regala cada una de las partes de la saga. De hecho, pienso que fue in crescendo de la 1 a la 3, mejorando a cada película. Sin embargo, si que me decepcionó El legado de Bourne, porque robando el apellido del personaje principal para venderse -esto ya dice mucho de la obra- poco tenía que aportar del espíritu de la saga original, salvo vivir de rentas. Jeremy Renner es un buen actor, pero no es Matt Damon, y se notó. Todos queremos más de Jason Bourne, ahondar en personajes parecidos parece más una copia para sacar dinero que otra cosa
Matt Damon en Jason Bourne |
A la espera de lo que vuelva a traernos la dupla Matt Damon - Paul Greengrass en Jason Bourne este viernes, de momento tenemos una saga de películas más que decentes para disfrutar siempre que queramos. Analizar el éxito de la historia de Jason Bourne -basada por cierto, en una serie de novelas escritas por Robert Ludlum- es muy ambicioso, pero podría decirse que se debe a una serie de factores que coincidieron en el momento adecuado, tales como: cine de acción agotado y repetitivo, la irrupción de internet en todo el mundo o una sociedad más globalizada, todo esto provocó que una película que en teoría iba a ser pequeñita, o al menos no iba con intenciones de repercutir tanto, calara en el público esperando más de ese Jason Bourne interpretado por un perfecto Matt Damon. Tal vez el personaje por el que se recordará a Damon hasta el final de su carrera.
XOXO SoldieRyan
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