No, no repito post, a pesar de que el título sea casi idéntico a la entrada anterior sobre Jason Bourne. Acudí este viernes -día que se estrenó en España- a unas multisalas a pagar casi 10 euros para ver la película que da título a este post. Hacía tiempo que no iba al cine un día de estreno, echaba de menos las salas abarrotadas de gente. Es la cuarta película de la saga que veo en pantalla grande, es decir, todas salvo la primera que me pilló demasiado joven. Así, con amigos y armado con un cubo de palomitas enorme (otra cosa que me encanta), un poco de sueño y tras pagar casi diez euros por entrada, me dispuse a ver la nueva aventura de Bourne, y esta vez sí, protagonizada por Matt Damon y dirigida por Paul Greengrass. Personalmente, acabé un poco decepcionado.

Si tuviera que resumir la película en una frase, sería algo así: entretenida pero innecesaria. El argumento es el siguiente:

Jason Bourne está retirado del mundo, dedicándose a las peleas clandestinas por Europa. Una vieja conocida que había trabajado como él para la Agencia, Nicki Parsons, pretende sacar a la luz todos los documentos que pondrían en serios aprietos a la CIA y sus programas de reclutamiento y entrenamiento de asesinos, de los que formó parte Bourne. A raíz de esto, se descubren datos personales que tienen que ver con los padres de Jason Bourne, y los responsables de todo lo que le ha marcado en la vida.

Empieza muy bien, recordando al nervioso estilo de Greengrass, con cámara en movimiento constante, hasta mareante, tal vez influya que vi la película en una tercera fila de butacas. Y la clásica tonadilla de Bourne, el leitmotiv de la saga también suena en estos primeros minutos. Alguna que otra escena de ubicación en la que se presentan los personajes, etc. La verdad es que el arranque es bastante enérgico. Nada hace presagiar lo que viene después.

Sin embargo, cuando van pasando los minutos y vas viendo como llevan a Bourne de un lado a otro, te vas dando cuenta de que en realidad, no tenían mucho que contar. Leí por ahí, que los responsables de la película -sobretodo Matt Damon- comentaban que les parecía interesante ubicar a Jason Bourne en el nuevo mundo, controlado por las redes sociales, la privacidad como uno de los principales problemas en la sociedad y los movimientos reivindicativos a raíz de la crisis. La película intenta meter detalles de cada uno de estos elementos, de manera que uno de los secundarios parece un Mark Zuckerberg cualquiera. Este tipo de ideas están metidas con calzados y en algunos casos son hasta forzadas por la manera en que lo ligan todo con la historia.

Matt Damon y Julia Stiles en un momento de la película

Bourne viaja por Grecia, Berlín, Londres y Las Vegas, siendo el tramo inicial que transcurre en Atenas, el más interesante con diferencia de la película. De los personajes nuevos, por fin han introducido un villano a la altura de Jason, el asesino interpretado por el francés Vincent Cassel. En las películas anteriores eran simplemente obstáculos a batir, sin ningún tipo de interés en indagar en sus motivaciones, más allá de que eran asesinos y punto. Aquí hay un intento por aportar algo más de personalidad al nemésis de Bourne. El resto de personajes. cumplen con el papel aunque tampoco destacaría a ninguno. Alicia Vikander es muy guapa y creo que es el motivo por el que aparece en la película, ya que su personaje es bastante insulso, y acaba siendo contradictorio. Demasiado. Tommy Lee Jones cumple y poco más. Julia Stiles sirve como arranque de la trama, repitiendo un poco el esquema del inicio de El mito de Bourne (2004).

Las escenas de acción son menos numerosas, al menos al estilo que nos tiene acostumbrados esta saga. Hay menos peleas mano a mano, y más escenas de tensión, que se agradece que intenten buscar nuevas fórmulas para no copiar siempre la misma manera de resolver los problemas. Pero al fin y al cabo esta saga es lo que es, y cuando uno va a ver una película de Jason Bourne, espera salir flipando del cine por las peleas que ha visto. Aquí hay peleas, si, pero menos de las esperadas. En cambio si que hay una laaaaaaaaaaaaaaarga (insertar todas las "a" que sean necesarias) persecución en coche por Las Vegas. Interesa durante 5 minutos, los otros 5 que debe de durar ya desconectas. Al final se ha optado por el "más grande todavía" típico de las secuelas. Es espectacular, pero gratuita, como el resto de la película. 

Damon a punto de empezar una de las peleas callejeras a las que se dedica ahora

Momentos típicos de demostración apabullante de la superioridad intelectual de Bourne, no hay tampoco tantos como cabría esperar. El momento más reseñable para mí, sucede en Londres, donde realmente vemos a nuestro querido Jason de siempre, el que puede superar las estrategias de todos y darles con un palmo de narices.

Si hay que hacer guiones así para seguir sacando entregas y entregas, es preferible que lo dejen, que no lo rompan más. No tengo claro si es que no había más historias literarias por hacer (la saga es una serie de libros) pero se ha notado en exceso que la historia está estirada, el MacGuffin no consigue llenar las casi dos horas de película ni dar sentido a todo lo que pasa. 

Todos pensábamos que la vuelta de la dupla Damon-Greengrass iba a ser una buena noticia para la saga, sin embargo no lo ha sido tanto. No sé si es porque tenía sueño, porque tenía las expectativas demasiado altas -aunque en realidad tampoco he visto tanto material publicitario- o simplemente guardo muy buen recuerdo de las tres primeras partes, pero esta Jason Bourne no es lo que era. El paso de los años no ha sentado demasiado bien a una saga que parece haber dado ya lo mejor. 

No es una película mala, pero no está al nivel que ellos mismos lograron hace casi 10 años con El ultimátum de Bourne (2007). Para seguir vendiendo. De todos modos, si eres fanboy o fangirl de la saga, échale un ojo, siempre hace ilusión volver a ver a un personaje así en pantalla. Eso si, nada de pagar diez euros, ve el día del espectador. Lo agradecerás.

XOXO SoldieRyan

PD: al menos se lo pasaron bien: