No se me ocurre que vueltas darle a la introducción de esta entrada, así que voy a entrar al trapo. Desde que soy pequeño que tengo la misma emoción, y sé que no soy el único. Cuando voy al cine acompañado de amigos, o de mi pareja, también escucho lo mismo. Lo mismo acerca de los tráilers, las ganas de ver los anuncios de futuros estrenos antes de la película que quieres ver y por la que te has gastado dinero. Es una de las cosas que todavía retienen su magia cuando vas al cine. Todos esos anuncios previos que te cuentan los futuros estrenos de la mejor manera posible, en algunos casos, y en otros son auténticos despropósitos. Es un tema que me llama la atención, que incluso a gente que ni siquiera es muy cinéfila le interesen los tráilers. Hoy, toca esto.

Un servidor, en el photocall del festival Black Panther Deaf-Film Festival

Gracias a vosotrxs, la entrada que en su momento escribí acerca de Black Panther, el primer festival en España de Cine en lengua de signos, es una de las más vistas del blog, y eso me enorgullece. He estado a punto de acudir a otros festivales de cine en nuestro país para cubrirlos, caso del de Sitges, pero por un motivo u otro me ha sido imposible. En este caso, tomé la decisión de asistir al Black Panther Festival y poder entrevistar a los responsables, además de cubrir el festival visionando las distintas películas que se emitieran, y finalmente y de nuevo gracias al blog, he podido cumplir otro de mis sueños. Y me alegra mucho que haya sido con este festival. Comento un poco más.

"Lost" o Perdidos en España

Todo el mundo tiene tótems en su vida y en cualquier ámbito: en el caso de las series de televisión, para mi el trío inamovible son Perdidos, Friday Night Lights y Sons of Anarchy. Y navegando por las redes el otro día, por aquello de culturizarme y empaparme de novedades y noticias que comentar en el blog, porqué sí, no es una leyenda urbana, los que escribimos también nos quedamos sin ideas alguna vez, encontré un interesante post en la web Vaya Tele, en el que se escogían los capítulos más míticos de la serie Perdidos (2004-2010). Eso me llevó a leer los comentarios de ese post, y a continuación hacer una de mis reflexiones en mente: ¿importa más la calidad de una serie/película, o el debate que genera su existencia?

Una de las escenas más famosas de la película, Balduino IV hablando con Saladino para evitar la guerra

El otro día, gracias a Twitter y a estas cosas de internet, me llegó un tuit de una chica que había leído mi entrada sobre Alejandro Magno, uno de mis placeres culpables, cuando la compartí en Twitter hace ya. Justamente esta película le encantó y le cambió la vida. Me pareció maravillosa esa manera que tiene un blog de regalarte momentos como el hecho de compartir una película tan vilipendiada y sin embargo, para algunas personas es una obra maestra que llega al corazón. Esa es la grandeza del cine. Todo esto, más allá de para dejar constancia que este blog me sigue aportando recompensas personales como esta, me sirve para retomar la sección Placeres culpables. Básicamente películas que en su mayoría han sido más que criticadas, pero a mi por el contrario me gustan o me entretienen y no les necesito buscar los defectos, o las disfruto igual aunque los tengan. Una de ellas es El reino de los cielos (2005), esa magna obra sobre las cruzadas durante el siglo XII dirigida por Ridley Scott en racha de cine histórico tras su Gladiator (2000) y que siguió con Robin Hood (2010). Aprovechando su reposición por TV, me adentro en su defensa.

El mítico cartel al final de cada capítulo de los Looney Tunes "Eso es todo amigos!"

Entro en el blog, para pensar que escribir, para mirar cuanta gente ha leído mi último post, y veo por sorpresa comentarios en dicha entrada. Esa emoción de ver que hay gente, que además de leerte, te comenta, ¡vaya subidón! Ya no sólo leen, que además se toman la molestia de dejarte su punto de vista, es para valorarlo. Me da igual si es para mostrar su acuerdo o desacuerdo y montarme un pollo, por lo menos escriben. A mi me anima el día, o al menos, ese momento, que ahora mismo con la rutina de septiembre casi octubre, cuesta focalizarse en las cosas buenas del día a día, la depresión post-vacacional ha sido dura, ahora apenas estoy levantando cabeza. De cosas buenas no va esto, que ya llevo un par de entradas sobre el tema. Voy a escribir acerca de algo muy de la vida, sí, pero también muy cinematográfico. De esas películas que empiezas a ver, están bien, mantienen el interés, y al acabar te queda aquella sensación de "y ya está"? Justo como aquel polvo que tanto prometía y luego acaba en decepción. De eso va este texto.

Hay cosas que pasan a la historia, y algunas de ellas están en el cine. Y para ser más concretos, justo son los malos en este caso. Seguro que todo el mundo conoce a Darth Vader o a Hannibal Lecter o al Joker. De hecho, son personajes de la iconografía social ya muchos de ellos. Hace unas semanas vía Twitter, me etiquetaron en un reto que no pude hacer porqué me pilló de vacaciones, y permitidme, esos días desconecté de todo. Me centré en vivir en el aquí y el ahora, que ahora está tan de moda eso pero realmente es necesario, si no siempre tengo la cabeza preocupada por el mañana y oye, día tras día resulta agotador. En fin, que me voy por las ramas y de paso lleno la introducción del post. La cosa va de malos, o de villanos, o de antagonistas, o llamadle X. Pero, ¿qué es una buena película sin un malvado a la altura?