Blue jasmine: personajes rastreros con los que empatizas
El título de esta entrada es curioso, pero es que quiero hablar justo de eso. Normalmente las películas están protagonizadas por personajes que son únicamente un dechado de virtudes. Pero los seres humanos no somos sólo eso, no somos sólo rasgos positivos. Está claro que no todo es blanco o negro, no eres sólo malo o bueno, hay una zona gris en la que nos movemos todos, y es que no somos perfectos. Por eso, tener una película protagonizada por un personaje que, a priori, nos resulta desagradable, es interesante. Es el caso de Blue Jasmine (2013), dirigida por el ahora tan criticado -por asuntos ajenos a su cine- Woody Allen. ¿Quién es el personaje en cuestión? Toca seguir leyendo.
La actriz australiana Cate Blanchett es quién da vida a Jasmine, la protagonista de Blue Jasmine. La película cuenta las desventuras (más que aventuras) de una divorciada que antes tenía una vida superficial y llena de comodidades, pero por avatares del destino, terminó prácticamente arruinada y sola. El único apoyo con el que cuenta es el de su hermana, una Sally Hawkins que ahora está en boca de todos gracias a su trabajo en La forma del agua (2018), la película más nominada este año para los Oscar y dirigida por el mexicano Guillermo del Toro, director de una de mis películas favoritas, Pacific Rim (2013). Ginger, que es como se llama su hermana, es lo opuesto a Jasmine: trabajadora, enamoradiza y una chica sencilla que sólo pretende salir adelante.
La relación entre las dos hermanas es parte de la historia, las contradicciones entre ambas y lo diferentes que son. Sin embargo, lo interesante de esta película es el personaje de Jasmine. Como comentaba más arriba, normalmente estamos acostumbrados a que los protagonistas o los personajes principales de la mayoría de cine que vemos, sean personas decentes y honradas, alguien por quien sentir un cariño rápidamente. Quizás el problema es que nos gustaría ser así, pero terminamos siendo más bien como Jasmine. Ella es una mujer desagradable, envidiosa, superficial y egoísta, y gracias a un virtuoso guión, el espectador empatiza con ella. Tal vez no somos tan diferentes, tal vez todos tengamos una parte, que en realidad y aunque quisiera ser perfecta, no lo somos.
Todos tenemos defectos, hemos cometido errores y por el mero hecho de ser humanos y relacionarnos, podemos hacer daño a nuestros seres queridos, sin querer o queriendo, eso ya depende de cada uno y no vamos a entrar a juzgar aquí las circunstancias. La vida nos trata de una determinada manera a cada uno, y eso te guste o no, te condiciona: el cómo hablamos a los demás, cómo nos afectan las cosas o cómo afrontamos lo que nos pasa, porque reconozcámoslo; la vida no es sólo un camino de rosas, no todo es perfecto, a veces hay dolor, pérdida y también se sufre. No es sencillo vivir, nadie nos enseña. Todo lo que nos pasa, termina por moldear el carácter, y normalmente se aprende con los errores, las heridas y el daño que hacemos, o que nos hacen/hacemos.
Jasmine es un personaje que a cualquier persona que la conociera, le caería mal. De hecho, se ve cómo llega hasta las últimas consecuencias con su idea de querer vivir una vida superficial y falsa, simplemente porque eso le hace sentir bien. Más preocupada de eso que es el "qué dirán" y aparentar que todo es maravilloso y que no ha vivido la traumática experiencia de su divorcio -y en las circunstancias que se da-. Sin hacer spoilers, el personaje que interpreta a su (ex) marido, Alec Baldwin, resulta no ser quien ella pensaba. La manera en la que Jasmine decide afrontar el problema, no es más que una manera de no afrontarlo: hacer como si no hubiera pasado nada.
Los hechos dicen todo lo contrario. Prácticamente arruinada y sin un duro, Jasmine termina viviendo en el piso de su hermana Ginger, que es todo lo contrario a la opulenta vivienda que tenía antes. Jasmine considera que su hermana no tiene buen gusto ni para decorar, ni para vestir, ni mucho menos para los hombres. Bobby Canavale (Ant-Man, 2015) es el novio de su hermana, y podría ser una representación de nosotros mismos, ya que cala al personaje de Jasmine a la primera.
Cate Blanchett en un instante de la película, tras un dramático momento |
Blue Jasmine también cuenta que la vida de su hermana Ginger no es perfecta, ni mucho menos, pero sin embargo ella es más feliz porque no tiene que intentar ser perfecta ni aparentar, lo cuál ya es una carga mucho menor, a pesar de los problemas a los que se enfrenta durante el metraje. Uno espera que en algún momento, Jasmine termine por redimirse o tener algún tipo de gesto o acción, que la hagan cambiar y ser una mejor persona. Pero no, ella es así, tal y como se ve, y de hecho, recibe una lección de su propio hijo que todavía la deja más hundida.
Entonces, ¿por qué empatizamos con Jasmine? Porque en realidad, todos somos un poco Jasmine. Todos tenemos una parte de nosotros, de la que quizás no nos sentimos muy orgullosos, pero forma parte de quienes somos, forma parte de lo que somos como personas y como individuos. Renegar de la parte que menos nos gusta, no la hará desaparecer, de hecho, nos hará ser más infelices, o incluso terminar fingiendo ser otra persona. Nadie quiere hacer daño a nadie, nadie quiere equivocarse o cometer errores, pero es que la vida es así, la vida es equivocarse y aprender una lección, para no volver a cometer el mismo error.
Al fin y al cabo, y a pesar de pasarse toda su vida fingiendo y siendo superficial, Jasmine tiene una cosa que es más valiente de lo que parece: siempre coherente con ella misma. Es muy bonito pensar que las personas podemos cambiar, que suceda algo que nos haga reflexionar y cambiar el chip, y sí, en ocasiones eso sucede, pero también existe la posibilidad de que simplemente uno sea mezquino, egoísta y falso, y ya está. Eso puede parecer triste, pero en realidad, es mejor ser sincero con uno mismo, para no tener que andar engañándose y engañando a los demás. Y por cierto, Cate Blanchett ganó el Oscar a Mejor Actriz por esta película.
Esta lección podría aplicarse al propio director de Blue Jasmine, que Woody Allen está siendo muy criticado por unos presuntos abusos sexuales a su hija, denunciados por su ex-pareja, Mia Farrow. Muchos miembros de la comunidad de Hollywood se han arrepentido de haber trabajado con él por lo que ahora representa. Quizás habría que entrar en el complejo debate entre lo que uno hace, el talento que tiene, y lo que ha hecho como persona. ¿En qué momento se entrecruzan ambas cosas? Ahí lo dejo. El director Wes Anderson, lo tiene claro.
Cate Blanchett como flamante ganadora del Oscar a la Mejor Actriz Protagonista en 2014 por Blue Jasmine |
XOXO SoldieRyan
2 comentarios
Anoche hice un repaso al listado de películas dónde yo suelo verlas y a punto estuve de ver la que comentas. Pero, el cansancio me pude (llevo desde el Domingo mala) Y, finalmente la dejé para cuando esté recuperada del todo.
ResponderEliminarCómo siempre, estupendo análisis el que has hecho.
Un abrazo!
A recuperarse, y nada, cuando la veas, a ver si vislumbras lo mismo que yo.
EliminarUn abrazo!